El semestre ya ha llegado a su fin. La labor docente ha sido un pilar fundamental durante esta etapa, ahora nos toca reflexionar sobre lo aprendido y mirar hacia el próximo curso. Sí, y también descansar. 😀 Aunque aún hay dudas sobre cómo contextualizar la realidad del próximo curso (blended learning, online…) nos queda la anticipación y el sentido común.
Pese a que hay algunas limitaciones, tales como que no sabemos cómo será el inicio ni el final del próximo semestre (entre otras), sí podemos adoptar un marco de actuación dentro de la responsabilidad docente, como es el de hacer lo posible para que nuestro alumnado consiga los objetivos del curso.
Blended learning
Poder diseñar la propuesta educativa del próximo semestre a partir de una hipótesis de no presencialidad y que también se pueda llevar a cabo presencialmente, va a requerir de planificación y algo de creatividad docente. El blended learning (b-learning), también llamado modalidad mixta o híbrida, es un escenario posible y queremos dar algunas orientaciones para prever las situaciones potencialmente híbridas que se pueden dar.
Esta modalidad formativa responde a situaciones de enseñanza en las que se pueden determinar en qué momentos habrá partes presenciales y no presenciales que configuran el curso. Aunque en este caso, hay que matizarlo, puesto que nos vemos ante una situación en la que hemos de diseñar ante una posible parada de las clases presenciales, sí podemos imaginarnos cómo serían nuestras clases presenciales y en línea.
Diseñar el próximo curso
Hemos de hacer un diseño de nuestra asignatura orientado a la prevención. Esto permitirá continuar vinculados al aprendizaje de una manera más normalizada y planificada, en el caso de que se diera una situación de aprendizaje completamente online.
Pensar en las secuencias didácticas, gestionar las comunicaciones entre docentes y alumnado y entre los propios alumnos, la colaboración entre ellos y proponer encuentros presenciales flexibles, los cuales sigan con su objetivo con presencia física o sin ella. Para ello, la asincronía, es tu gran aliada ya que permite la flexibilidad en el espacio y el tiempo.
Algunas claves
Es un reto, lo sabemos, por ello damos algunas claves que pueden servir para planificarnos:
Planificación:
- En lugar de diseñar por un lado los momentos presenciales y por otro los de no presencialidad, se trata de pensar en todas las actividades y contenidos como un continuo. De forma que cuando convenga hacer virtualidad, sea fácil, promoviendo la flexibilidad.
- Buscar la esencia de las competencias que queremos trabajar en nuestras asignaturas. ¿Cuáles son los objetivos primordiales que tiene que conseguir nuestro alumnado?
- Piensa desde una óptica digital. Hay muchas actividades que se pueden poner en práctica online, tanto individual como en grupo, casos prácticos, actividades de conocimientos previos, ejercicios de aplicación práctica, debates, juegos de rol virtuales, proyectos, escape rooms, ejercicios de síntesis, etc. El criterio para definir una u otra dependerá del objetivo a conseguir y las posibilidades de interacción (síncrona/asíncrona).
- Es el estudiante quien debe apropiarse del aprendizaje. Diseñar la asignatura en base a esta perspectiva ayudará a crear y organizar las actividades de aprendizaje con el estudiante en el centro del aprendizaje.
- Elaborar un plan B de las sesiones presenciales, de modo que sean reversibles en el caso de que finalmente tengan que desarrollarse de manera online. Es importante conservar el objetivo, pero cambiando el método y mediando la actividad con las herramientas tecnológicas de Universidad. Incluyendo por ejemplo; contenido compartido de forma digital, videoconferencias, sesiones en línea, salas de chat, foros evaluables o sin evaluar, podcast o audios explicativos, pizarras digitales, documentos colaborativos, etc.
Comunicación:
- Aprovecha los canales de comunicación de la plataforma UBUVirtual y de la Universidad para continuar con la comunicación y el aprendizaje.
- Combina sincronía y asincronía, aprovechando las potencialidades de cada una de ellas.
- Practica en las sesiones presenciales cómo utilizar las herramientas de un entorno online y cómo organizar el trabajo de los estudiantes. Facilitará los cambios de entorno de una forma fluida.
Evaluación:
- Apuesta por la evaluación continua y formativa. Propón varios procedimientos de evaluación a lo largo del semestre, con varios pesos. En lugar de centralizar todo el peso en una o dos actividades de mayor ponderación.
- Utiliza la autoevaluación, la coevaluación y la heteroevaluación. Aprovecha esos momentos para dar feedback personalizado también. Piensa que no todo el feedback ha de venir del docente, la retroalimentación entre los propios alumnos es una oportunidad para el aprendizaje muy valiosa.
Es cierto que no sabemos en qué momento ni cuánta duración puede llegar a darse la modalidad online o presencial en el nuevo curso, lo que sí sabemos es que podemos hacerlo y que nuestro nivel de adaptación y manejo de la situación es cada vez mayor.
Cuanto más lo preparemos, menos imprevistos nos encontraremos en una situación de contingencia.
Feliz verano.☀