Es constatable que en la formación se trabaja con grupos cada vez más diversos, formados por muy distintos perfiles que requieren necesidades educativas específicas. Por ello, a la hora de preparar los materiales para el próximo curso académico hay que tener en cuenta aspectos como el Diseño Universal para el Aprendizaje. El DUA plantea que se debe trabajar sobre los objetivos, contenidos, metodología, materiales, evaluación y organización para crear contextos inclusivos de aprendizaje en los que todos los estudiantes puedan aprender.
Por tanto, abarca todos los componentes del proceso de enseñanza-aprendizaje y, según sus principios, el DUA propone trabajar sobre tres pilares básicos:
Proporcionar múltiples formas de implicación (el porqué del aprendizaje)
La motivación por aprender es recibida de muy diversas maneras por los estudiantes, y tiene múltiples causas. A unos estudiantes les motiva la novedad y espontaneidad, mientras que otros prefieren entornos rutinarios. Hay quien prefiere trabajar en solitario o quienes se implican más trabajando en grupo. Como no existe una forma de participación óptima para todos los estudiantes y en todos los contextos, es esencial proporcionar opciones para facilitar la implicación.
El simple hecho de proporcionar opciones ya contribuye a aumentar su implicación y su satisfacción con los logros que se van consiguiendo. Se pueden ofrecer opciones de elección a los estudiantes en cuestiones como:
- El establecimiento de objetivos personales académicos en función de la materia
- El tipo de premios o recompensas disponibles
- El tipo de contenidos teóricos, e incluso el diseño de los mismos (diapositivas con/sin elementos gráficos, con/sin anotaciones; documentos PDF con temas completos o con capítulos/subapartados)
- La secuencia de tiempos para completar las tareas, o su subdivisión en distintas partes
- El tipo de sistemas de evaluación a realizar (o proporcionando alternativas en cuanto a las herramientas y apoyos pemitidos)
También se incrementa la motivación personal de cada participante:
- Proporcionando información y actividades que sean relevantes para sus intereses y objetivos individuales (contextualizadas a su entorno cultural o social, a su edad/capacidad, etnia o género)
- Diferenciando el grado de dificultad o complejidad de las distintas tareas
- Resaltando la importancia de metas y objetivos (a corto y a largo plazo)
- Fomentando la colaboración y la comunidad (o, simplemente, indicando cuándo y cómo pedir ayuda a otros compañeros o profesores)
- Proporcionando un feedback que enfatice el esfuerzo y la aproximación a los logros
- Facilitando recursos de auto-regulación (proporcionando avisos, recordatorios, rúbricas, listas de comprobación, superación de hitos…)
Proporcionar múltiples medios de representación (el qué del aprendizaje)
Los estudiantes perciben, comprenden y asimilan la información de manera diferente. Pero esta circunstancia no solamente es debida a los distintos estilos de aprendizaje, sino que pueden presentarse limitaciones de tipo físico o sensorial (visual o auditiva), trastornos de aprendizaje (dislexia, TDAH, …) o diferencias culturales, sociales o lingüísticas, entre otras. Se debe proporcionar la información por diferentes medios de representación teniendo en cuenta esta diversidad, pero también teniendo en cuenta que, al presentar conceptos representados en distintos medios, se promueve el establecimiento de conexiones entre los diferentes elementos de la información, con lo que el aprendizaje del conjunto de los estudiantes se ve incrementado.
Para reducir barreras en el aprendizaje, la información clave debe ser perceptible por todos los estudiantes en igualdad, con una doble vertiente:
- Proporcionando la misma información a través de diferentes modalidades (vista, oído, tacto)
- Proporcionando la información en un formato que permita ser ajustado por los receptores (adaptando tamaños de texto, velocidad de reproducción, contraste entre los elementos, disposición de los mismos, etc)
De esta manera, las diferentes opciones de representación no sólo garantizan la accesibilidad a los estudiantes con necesidades específicas, sino que facilitan el acceso y la comprensión a muchos otros.
Respecto al primer punto, actualmente UBUVirtual cuenta con la herramienta de accesibilidad Ally que, si bien no cubre todo el abanico de diferentes modalidades de representación, sí genera formatos alternativos de forma automática, ayudando a quienes necesiten adaptaciones técnicas o utilicen lectores especiales para acceder a la información.
A la hora de preparar los contenidos de una materia, conviene tener en cuenta que se deben proporcionar alternativas para:
- personalizar la presentación de la información por parte de cada alumno
- presentar la información auditiva (mediante subtítulos, transcripciones, intérpretes de lengua de signos, descripciones visuales)
- presentar la información visual (proporcionando descripciones para todas las imágenes o gráficos, proporcionando alternativas táctiles, objetos físicos, modelos espaciales…)
- clarificar el lenguaje (sintaxis, estructura gramatical, comprensión en otros idiomas), presentar las expresiones matemáticas y los símbolos
- fijar conceptos previos ya asimilados (estableciendo vínculos, activando el conocimiento previo, practicando rutinas, utilizando mapas conceptuales)
- guiar el procesamiento de la información, la visualización y la manipulación (proporcionando indicaciones explícitas para cada paso en cualquier proceso secuencial, proporcionando modelos interactivos, agrupando la información en unidades más pequeñas o difundiéndola de manera progresiva, …)
Proporcionar múltiples formas de acción y expresión (el cómo del aprendizaje)
Los estudiantes también presentan diferencias a la hora de desenvolverse en el entorno de aprendizaje y en cómo expresar lo que ya saben. No hay un único medio óptimo para todos los estudiantes y, es esencial proporcionar diversas opciones para realizar los procesos que implican la acción y la expresión.
El acceso físico a la información debe ser presentado con diversas opciones de interacción: con el formato físico alguien puede encontrar limitación para pasar páginas; los formatos electrónicos han de proporcionarse con diferentes formas de interacción y navegación (páginas electrónicas, botones de avance/retroceso, menús de navegación, botón de reproducción, …) y, si tienen un diseño adecuado, proporcionan una interfaz compatible con las tecnologías de apoyo más comunes.
Para que los estudiantes puedan participar con éxito en su aprendizaje, en vez de una única herramienta tradicional se deben proporcionar un conjunto de ellas, más flexibles y accesibles.
Al usar múltiples medios de comunicación también se reducen las barreras de los estudiantes para expresarse en medios que les resulten más cómodos, pero también se incrementan las oportunidades de todos para aprender del resto en todo tipo de contextos.
Esta última idea también ayuda a desarrollar variedad de competencias en los estudiantes, pero siempre con ayudas que les guíen tanto en la práctica como en su capacidad de expresión y en su autonomía. Los alumnos también deben recibir apoyos graduados para aprender a establecer sus metas personales, parando a planificar cuando corresponda. Algunos estudiantes presentan limitaciones en la “memoria de trabajo”, por lo que les resulta de gran ayuda recibir organizadores gráficos, plantillas, avisos para categorizar y sistematizar la información, listas de comprobación para guiar el auto-control y la reflexión, etc
Próximamente abordaremos diversas pautas y ejemplos para crear esos contextos inclusivos de aprendizaje que garanticen igualdad de oportunidades para todos los estudiantes.
Bibliografía:
Web EducaDUA
Pautas sobre el Diseño Universal para el Aprendizaje
El desarrollo de este trabajo por parte de la Universidad de Burgos se ha realizado gracias a las ayudas otorgadas por la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León a las universidades públicas de Castilla y León para el apoyo al desarrollo de la formación on-line cofinanciadas por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional.